Dia Especial

La cálida luz del amanecer penetró por la ventana del día viernes acompañada de la suave brisa que entró a mi cuarto. Abrí los ojos y miré mi reloj, eran apenas las 8 am, hice un esfuerzo y me incorporé para quedar sentada sobre mi cama. Lo siguiente fue ponerme calzado e ir al baño. El agua fría caía a mis manos y luego me las llevaba a mi rostro para limpiarme (y además) despertarme para empezar el día.

Pues de hecho, este día era especial. El más especial que he vivido hasta ahora.

Tomé un breve desayuno, café con dos cucharadas de azucar.

Luego de vestirme, preparé mi maleta para irme de viaje, era mi primer viaje en avión, algo que me perturbaba la mente, siempre tuve miedo de los aviones pero supongo que ahora debía enfrentarme a ese terror y vencerlo. Empaqué todo lo que necesitaba y salí de mi casa.

Pasaré toooooda esa historia muy rápido ya que es la parte aburrida, veamos...
Llegué al aeropuerto, repleto de gente, hice todo ese lió para entrar al avión, despegamos, me dormí bla bla bla. Nada interesante.

No recuerdo a que hora habré llegado, pero creo que ya era de noche. El hotel donde me hospedaba estaba a unas 7 cuadras, así que muy emocionada caminé por unas calles bastante transitadas, ví mucha gente conversando y ríendo. Me producía una gran alegría; esas vibraciones invisibles llegaban a mi muy rápido y me hacían sentir cosas raras dentro de mi mente (es algo difícil de explicar, muy....).
Me paré enfrente del hotel, era grande, las paredes de afuera estaban pintadas de un color crema con patrones (supongo) de olas de mar; la puerta de ingreso era de madera marrón y el techo...de hecho me estoy durmiendo explicando esto. Entréy la recepcionista me atendió muy amablemente, me dió las llaves y fui a mi habitación, acomodé las cosas y recibí una llamada de alguien especial, dijo que me iba a esperar a dos cuadras de aquí, definitivamente muy asdhajkfhnkjashfkjs sali corriendo hasta ese lugar.

Agitada llegué y me senté en un banco a descansar, miré al ambiente que me rodeaba y era una hermosa plaza, carecía de árboles pero las luces rojas y amarillas reemplazaban eso, levanté la vista hacia arriba y contemplé la hermosa medialuna de luna (así le digo yo eh?). Me incorporé de nuevo y sentí una mano en mi hombro, era él, esbozó una tímida sonrisa y yo le di un gran abrazo (me refiero a que casi lo ahorco...), estuvimos así por unos minutos hasta que yo di el primer paso. Hablamos de varios temas, siempre sonriendo y no desquitando la mirada de nuestras caras. Iba perfecto hasta que el viento hiso su aparición, comencé a temblar mis manos y luego mis brazos; me congelé toda. Él tomó mi mano y me preguntó con alguna pizca de nerviosismo en sus palabras si quería pasar un rato por su casa, asentí también con nerviosismo y fuimos. No hablamos mucho por el camino.
Al llegar abrió la puerta y entré, verdaderamente una casa preciosa, todo adornado, tan...bello, quedé hipnotizada. Me guió hasta un sillón y nos sentamos, la luz del living noté que estaba baja, así que eso contribuyó más a mi inquietud. Y como siempre yo empecé primero, con algo que siempre voy a recordar ¨No puedo creer que esté aquí, sentada junto a ti, mirando tu hermosa cara que me sonríe¨ (seguro me habre sonrojado como una fresa). Me miró por un momento con los ojos un poco más abiertos que antes y su boca entrabierta buscando algo que decir, pero finalmente la cerró y fijó la vista al suelo; yo seguí mirando hacia al frente con la mente vacía.
Una mano pasó por mi nuca produciéndome escalofríos, giré la cabeza y él me besó tímidamente, yo le seguí la corriente, pero esta vez era un beso apasionado, me incliné hacia atrás y lo rodeé con mis brazos lentamente. Empecé a sentir algo incómodo en mi cuerpo pero no le hice caso, y seguramente comencé a sudar un poco, definitivamente estaba muy nerviosa e incómoda. Su mano bajó hacia mi espalda y comenzó a besarme el cuello, obviamente estaba muy ruborizada y nerviosa, pensando qué iba a suceder, hasta que un movimiento apagó esos pensamientos, ahora estaba abajo y él arriba mío. Hice que todo lo que estuviese pensando en ese momento se desvaneciera en el aire, parpadeé y lo miré fijamente, me acerqué a su oído y le susurré ¨Soy toda tuya¨.